La historia del "Paquete de Reactivación Económica" comenzó cuando los grandes inversores (llámense grupos de poder económico) empezaron a ganar menos. Y esto sucedió porque China dejó de crecer al ritmo que lo había hecho: 11% anual durante veinte años consecutivos, y como tal, su demanda de materias primas disminuyó. En esta ecuación, muy poco tuvo que ver el Gobierno.
Sin embargo, quienes detentan el poder en forma efectiva, no estaban dispuestos a "sacrificar" sus ingentes ganancias. El Gobierno tendría que "recompensarlos". Y es a través del Ministro Castilla que obligaron al presidente Humala a concederles privilegios económicos a través de medidas tributarias, regulatorias y ambientales. En suma, como dijo el Frente Amplio - Acción Popular en el Congreso, lo que se ha hecho es "regalar a las transnacionales mineras la soberanía de nuestros recursos extractivos".
La "tramitología"
Se dice sin ningún fundamento que el país tenía una carga regulatoria en forma inadecuada y que ella frenaba las inversiones. Nada más falso. El columnista Rodolfo Sánchez Aizcorbe ha demostrado con cifras obtenidas de la Fundación Heritage que el Perú tiene al 2014 un puntaje de 70.6 de libertad empresarial, promedio muy por encima del latinoamericano que es de 61.6, cifras que desbaratan según Waldo Mendoza el diagnóstico dominante que la "tramitología" ha paralizado la inversión privada. En suma, es el contexto externo el que ha generado el susto y no las trabas en el ámbito interno.
Algunos analistas serios han venido alertando desde el año pasado la tendencia retractiva de la inversión privada por las razones que se ha mencionado y para ello sugirieron la adopción de una serie de medidas, entre las cuales está: la diversificación productiva, la misma que fue asumida con seriedad y compromiso por el Ministro más lúcido del régimen: Piero Ghezzi de la Producción, quien en una entrevista dijo: "si queremos ser un país de ingresos medios a ingresos altos, debemos diversificar la oferta exportadora", para lo cual elaboró el Plan de Diversificación Productiva. En esa oportunidad dijo también algo aún más importante: "los cuellos de botella en educación, salud, seguridad, infraestructura y debilidad institucional tienen un costo en el mediano plazo, y como país también hay que tomar decisiones cuyos impactos vayan más allá de este Gobierno".
Sin embargo, a pesar de estas sesudas apreciaciones lo que envió el presidente Humala al Congreso fue un "Paquete Reactivador", en el que se les concede a los grupos de poder económico (los que realmente gobiernan el país) una serie de beneficios, pues ellos según Francisco Durand "son los que contratan a aquellos que dicen, esgrimiendo aparentes estudios, que hay sobrecostos laborales y sobrecostos tributarios, que debemos rebajar los estándares ambientales para promover la inversión". Y esto es lo que efectivamente ha sucedido con la complicidad de los adulones del primer poder del Estado.
Condonación de deudas
A pesar de eufemismos, lo primero que ha aprobado el Congreso es una condonación de deudas a las empresas deudoras a la SUNAT por 20 mil millones de soles, como dice Pedro Franke ("El Paquete Reactivador será la tumba de Humala"). El Ministro Castilla lo ha negado. Pero veamos. La "actualización excepcional" de la deuda tributaria enviada al Congreso, implica la eliminación de la capitalización de intereses que estuvo vigente hasta el 31 de diciembre del 2005. Y la capitalización no es sino pagar intereses sobre los intereses que no fueron pagados a tiempo, lo cual irrefutablemente favorece a los deudores morosos. Según el Economista Iván Alonso: "¿Por qué debería ser el Gobierno más tolerante con sus deudores? A menos que diga que la deuda tributaria es írrita, tiene que capitalizar intereses". No hacerlo equivale a que todos los peruanos tengamos que asumir esa carga tributaria.
¿Quién le dio autoridad al Gobierno para obligarnos a pagar lo que los empresarios morosos no quieren pagar? ¿Y por qué no se les cobra las deudas que tienen los grandes canales de televisión o Telefónica que le debe al Estado más de 1,200 millones de soles? ¿Pagará Matilde Pinchi Pinchi los 563 millones que adeuda su desactivada empresa Matty Import?
Siete mil pasivos ambientales
Para seguir llenándose ávidamente los bolsillos, los grandes inversores en petróleo y minería, presionaron al Gobierno para "flexibilizar" las medidas ambientales vigentes. A las cuales calificó el Ministro Castilla como de las más exigentes del mundo. Lo que no dijo (porque los representa) es que ellos han originado más de siete mil pasivos ambientales, que se han negado a remediar, los mismos que están causando un grave daño a las comunidades donde se encuentran, sin que nadie haga nada. ¿Acaso PLUSPETROL no está contaminado impunemente los cursos de agua de la selva, a pesar de haber sido denunciado en repetidas oportunidades? ¿Alguien podrá recuperar las playas de Ite en Tacna, las que dañó irremediablemente la Southern?
El hoy silencioso Ministro del Ambiente Pulgar Vidal ha dicho que las medidas aprobadas en el Congreso respecto al ambiente "si constituyen una flexibilización ambiental para la industria minera y petrolera". Pero no. El presidente Humala sigue atrapado entre las redes poderosas que lo aprisionaron después de la primera vuelta en las elecciones del 2011. Esas medidas, según el Ministro Castilla; permitirán destrabar proyectos de inversión en hidrocarburos por US$ 11 mil millones. ¿A costa de la salud de las tribus amazónicas indefensas, desamparadas y mil veces postergadas? ¡Que viva el nacionalismo! Hay que crecer a cualquier precio.
El cortoplacismo y mercantilismo en las medidas fueron confirmadas por el propio Ministro de Economía cuando dijo que la "reducción de las deudas tributarias a unos 180 mil contribuyentes, y en general el paquete reactivador incrementarán el crecimiento entre 1.5% y 3% del país en los próximos dos o tres años", y que el actual menor crecimiento se debía a la menor producción de las minas, lo que ha afectado la "confianza" de los agentes económicos.
"Perro muerto" al país
¡Que tal argumento! Como están produciendo menos o sea ganando menos, dejamos de cobrar la capitalización de intereses a empresas que le han hecho el "perro muerto" al país, flexibilizamos las exigencias ambientales y reducimos los "sobrecostos laborales y regulatorios". Es decir, todos los peruanos sacamos de nuestros bolsillos, lo que están dejando de ganar los grandes empresarios nacionales y extranjeros.
Si China se está expandiendo estratégicamente en África buscando (como dice Adrián Foncillas) "las materias primas necesarias para alimentar la caldera de su crecimiento y mercados en expansión" para lo cual ha anunciado su proyecto soñado de construir un ferrocarril que unirá el puerto de Mombasa (Kenia) con Uganda, Ruanda, Burundi y Sudán del Sur, era previsible que disminuyeran sus demandas de América Latina; y si a esto añadimos su cambio coyuntural de prioridades, orientando su producción al mercado interno y, como tal, frenar su crecimiento de 11.5% a 7% (o menos) los próximos años, según el Instituto de Desarrollo de China.
¿Por qué todos los peruanos tendríamos que pagar las consecuencias de la falta de visión estratégica de las grandes empresas mineras, a causa de la cual están ganando menos? ¿No es este Gobierno "nacionalista"? Esto no es sino mercantilismo puro: atraer más inversiones garantizándoles un alto retorno a costa de nuestra soberanía y el bienestar de los más pobres.
Nos hace falta liderazgo
¿Por qué no optamos por un crecimiento sano como lúcidamente lo propuso el Ministro de la Producción Piero Ghezzi? El dijo (y lo repetimos) que los cuellos de botella para el crecimiento eran "educación, salud, seguridad, infraestructura y debilidad institucional". Nos hace falta liderazgo, fue su sentencia final. ¿Por qué no le hace caso el Gobierno? Muy simple, porque eso no beneficia a los grupos de poder económico. Sería conveniente aconsejar al ciudadano Presidente leer al economista estrella de la actualidad, el francés Thomas Piketty cuando dice que "el crecimiento de la desigualdad es inherente al capitalismo porque la tarea de retorno o crecimiento del capital es superior a la tasa de crecimiento económico".
Si antes, con lo atractivo que fue el país para las inversiones mineras, y fue Cajamarca uno de sus más importantes destinos, ¿Por qué, según IPSOS, el 90% de la población de esa región se siente igual o peor que antes?
Nadie en su sano juicio estaría en contra de la inversión privada, pero ella no puede atraerse a cualquier precio. La tasa de retorno no la debe pagar el país, sino que ella debe ser consecuencia de una mirada estratégica al entorno mundial y la situación interna de la población.
Con estas apreciaciones está ¡Confirmado!, no nos gobierna quien elegimos, ni la que eligió el que elegimos. Gobiernan los que no elegimos. ¡Que viva el nacionalismo!