Respecto al célebre economista John Maynard Keynes, es oportuno recordar que el factor desencadenante de su teoría fue la depresión económica de los años treinta del siglo pasado y el pavoroso desempleo que originó. Lo grave fue que los gobiernos siguieron confiando en la autorregulación de los mercados, tal como lo había planteado el más influyente economista de la historia Adam Smith ("La riqueza de las naciones").
Laissez - Faire
Esta gran crisis terminó con el concepto que la "mano invisible del mercado" es capaz de resolver las contradicciones del capitalismo. El Laissez - Faire, con su teoría que se puede hacer desaparecer el desempleo bajando los sueldos para que así suba la oferta de trabajo, no funcionó, y Keynes en su obra "El fin del Laissez - Faire" publicada en 1936, le puso punto final.
Propuso entonces que el Estado dejará de estar ausente de la economía y lo colocó como regulador, buscando un mayor juego para la relación entre las empresas, el mercado y el Estado, poniendo énfasis en el concepto que durante una depresión, el ahorro empeora aún más la situación porque se reduce también la demanda.
Teoría clásica
En su tesis principal, Keynes identifica la demanda como el factor económico decisivo, desvirtuando la hasta entonces teoría clásica sobre la oferta. Una empresa solo produce cuando está segura que podrá vender su mercadería.
Sin embargo, no necesariamente -dice el economista de Cambridge- la subida de los ingresos incrementará la demanda, pues lo que subirán serán los ahorros, ya que la gente acapara el dinero cuando las tasas de interés están altas; allí es entonces cuando debe intervenir el Estado bajándolas y/o lanzando programas de inversión (elevar el gasto público).
Por otro lado, (y para terminar este resumen sobre la teoría Keynesiana) este solo le atribuía funciones subsidiarias al Estado, al respecto decía: "Para el Estado no es importante si realiza su trabajo algo mejor o algo peor, sino que haga ciertas cosas que hoy nadie hace".
King's College
En el King's College de Cambridge, Keynes conoció a otro economista joven e impetuoso: el austriaco Friedrich August Von Hayek, el horror de los socialistas y uno de los más grandes precursores del Liberalismo del siglo XX.
Rival de Keynes de por vida, ya que rescataba con fervor las ideas de Adam Smith y David Hume del siglo XVIII. Defendía el libre mercado y era crítico del socialismo y de cualquier forma de intervención estatal. Influido por Ludwig Von Mises, llegó a la conclusión que el socialismo es inviable. Hayek consideraba falsa la doctrina Keynesiana que recomienda las intervenciones estatales en la economía. Era contrario a cualquier forma de administración central (economía planificada).
Sin embargo, en 1947 fundó una Sociedad de Debates e Investigación en el Hotel du Parc en el Mont Pélerin, en Vevy, junto con otros economistas liberales como Milton Friedman, Ludwig Von Mises, Ludwig Erhard y otros más. Este último fue el impulsor, junto con Alfred Müller-Armack de la economía social de mercado, también conocida como capitalismo social.
"Tercer Camino"
Conocido por algunos autores como el "Tercer Camino" entre el capitalismo y el socialismo, sirvió para el resurgimiento de la Alemania de post-guerra. Aunque para Erhard la expresión era una redundancia, ya que el mercado en sí era social y no necesitaba hacerse social, pero usó esta denominación por ser popular y persuasiva.
A partir de 1949, la expresión y su contenido se fueron extendiendo más allá de las fronteras de Alemania por la Escuela de Friburgo y porque la adoptó el Partido Democristiano en las primeras elecciones de la Bundestag.
Todos los padres fundadores de la ESM coinciden en que ella es social en sí, "porque dirige la producción según los deseos del consumidor, reparte el producto social según la capacidad económica del individuo e incrementa la productividad, por lo que posibilita acrecentar los salarios reales".
Eucken estableció claramente algunos principios básicos de este modelo económico: la libertad del hombre como fundamento de todo proceso productivo, la férrea defensa de la propiedad privada, el rol subsidiario del Estado pero a la vez el "árbitro" más eficaz para evitar las distorsiones del mismo, la competencia como garantía de eficiencia, la justa distribución de la riqueza, el combate a todo tipo de monopolio y la defensa eficaz del medio ambiente. Para Eucken no existe conflicto de intereses entre la libertad en un lado y seguridad social y equidad social por el otro lado, ya que la libertad es la presuposición para la seguridad y equidad. Decía que antes que el Estado entre en acción, la política debería ofrecer la posibilidad al individuo para asegurarse a sí mismo el sustento.
Mercados laborales
La distribución de sueldos generado por la competencia requiere corrección -afirma Eucken- para hogares de sueldo bajo. En los mercados laborales puede haber necesidad de regulación cuando los sueldos caen más bajo del mínimo vital: en caso de desempleo.
Todo lo cual no hace sino evidenciar el poco o nulo conocimiento que tienen los dirigentes sindicales del país y los partidos de izquierda, sobre la ESM, al confundirla intencionalmente con el más rancio liberalismo.
Este modelo, según Erhard, tiene como una de sus tareas más importantes en términos económicos, impedir concentraciones económicas de poder en forma de monopolios, carteles y otros dominios del mercado, así como un monopolio del Estado.
Tiene además marcadas características anti mercantilistas, desbaratando todos aquellos argumentos equivocados de nuestros sindicalistas criollos que le atribuyen ser la vía para la "explotación de la clase trabajadora".
Tercera forma
Alfred Müller-Armack -finalmente- decía que la ESM era una tercera forma aparte de la economía de mercado liberal y la economía de planificación centralizada. Pero a la vez, dejó abierta la posibilidad de que ella pueda adaptarse a los cambios
dinámicos de la realidad y las condiciones particulares de los Estados que la adopten. Apoyaba la "intervención social" del Estado mientras que estuviera sometida al principio de conformidad con el mismo.
A pesar de las críticas que sobre este modelo expresaron algunos economistas como Hang-Rudolf Peters (invita al abuso de la política social) Heinz Grose Kettler, Ralf Ptak y otros, esta ha sido adoptada por la mayoría de países occidentales incluso en el nuestro, ya que está incluida expresamente en la Constitución. Siendo esto así, Deberíamos Interesarnos En la obra de Armack "Liderazgo de Economía y Economía de Mercado".
Pero, volvamos al Programa Reactivador del gobierno de Ollanta Humala. Estuvo en la línea de Keynes poniendo más dinero en manos de la población para incrementar la demanda, pero muchos de estos conceptos son coyunturales y pasajeros como las gratificaciones y la devolución de aportes por las AFP; estas medidas solo tuvieron por finalidad "incrementar el crecimiento del 2014 entre 1.5% y 3%", tal como lo confesó el Ministro Castilla.
Nube negra
Es probable que el incremento notable del presupuesto de inversión pública para el 2015, si tenga efectos más contundentes y de mediano plazo. Sin embargo, una nube negra amenaza el horizonte: la incapacidad de gasto de los tres niveles de gobierno; más de siete gobiernos regionales han semi-paralizado sus obras debido al problema judicial que afrontan sus presidentes. Si como dice Keynes, la gente tiene una tendencia natural a acaparar dinero y cuando sube el ingreso lo ahorra, es probable que no haya influido en la demanda como se esperaba.
Lo que si es cierto, es que Von Hayek no estuvo presente en el gabinete. No hay liberales a ultranza que quieran hacer renacer a Adam Smith y la "mano invisible del mercado". Esta originó la gran crisis del año treinta del siglo pasado. Pero igualmente, y para bien, tampoco tenemos trasnochados socialistas que deseen planificar centralmente la economía. Este modelo fracasó estrepitosamente, mientras que el capitalismo se reinventó, como dicen los economistas rusos Bagaturia y Andraiev. El socialismo hizo explotar a la Unión Soviética y solo se mantiene en Cuba, gracias a la caridad de Venezuela que le dona petróleo.
La Tercera Vía
Creo que ha llegado el momento de actuar con seriedad. Y más allá que la dialéctica entre Keynes y Von Hayek se ha resuelto en favor de la "tercera vía": la economía social de mercado, emprendamos los esfuerzos para darle sostenibilidad a un crecimiento económico sano, entendiéndose por tal el que prioriza la educación, adecua su aparato estatal para la meritocracia y la competitividad y soluciona los "cuellos de botella" que identificó el ministro de la producción Piero Ghezzi: "Inseguridad ciudadana, corrupción, institucionalidad, salud y liderazgo". Que el Plan de Diversificación Productiva sea aplicado con insistencia y basado en políticas continuas de largo plazo. Cualquier complejo fundacional será fatal.
Para todo lo cual necesitamos un líder que enrumbe el país por el camino del desarrollo. En el que todos los esfuerzos sumen, desterrando los enconos. En el que todos sepamos quién gobierna el país y cómo vamos a atraer las inversiones. Las medidas populistas y mercantilistas (vía lobby) que se han promovido el 28 de Julio, solo sirven para no dejar de crecer menos del 4% este año 2014. Ellas tienen poco que ver con un Gobierno serio que no quiere que esta sea una nueva oportunidad perdida.
Esa es mi opinión.