Respecto a la captura en el Huallaga
Ni Artemio es Guzmán Ni Ollanta es Fujimori
Las euforias nacionales promovidas por intereses políticos, suelen distorsionar la dimensión de los acontecimientos. Se les magnifica para obtener mayor rédito o se les minimiza para eludir responsabilidades. Así funciona la política en nuestro país. Prueba de ello, es el aparato mediático que se ha montado alrededor del delincuente (a) "Artemio", el que fue atrapado herido por uno de sus lugartenientes (por dinero).
Fue patético el espectáculo que dieron los ministros de Defensa e Interior, arrebatándose sin rubor, los flashes de las cámaras y los lentes de la televisión. Atribuyéndole a este mediano acontecimiento (como lo explicaremos luego), como la "captura del siglo", pretendiendo cada uno desde la ridiculez de sus gestos, atribuirse la gloria de este suceso.
Oportunidades
Ni Humala, ni los mismos valerosos hombres de Inteligencia, sabían a ciencia cierta, cuándo el delincuente "Artemio" iba a ser traicionado por el topo que la policía había sembrado. Esta labor no está sujeta a órdenes sino a oportunidades.
Como ya es sabido, la infiltración dentro de este grupúsculo se inició cuando el General Hidalgo era Director de la Policía Nacional. Este encomendó al entonces Coronel Morán la constitución de un equipo dedicado exclusivamente a la búsqueda del delincuente (a) "Artemio", equipo que desde esa fecha estuvo constituido (entre otros) por los agentes Walter Lozano ("Bica") y Herbert Colchado ("René"). Ambos con una amplia experiencia
Resulta entonces mezquino y poco reflexivo, atribuirle solo a este Gobierno los laureles del éxito. Pero, resulta aún más risible, el esfuerzo que hicieron los dos inefables ministros, por atribuirse el cuarto de hora de una gloria inexistente.
Creemos con total convicción, que el esfuerzo que la Policía inició hace varios años, rindió sus frutos. Esta respetable Institución (al margen de los políticos de turno) le "ha regalado" al país un valioso presente. El mismo que esperamos haga reverdecer los laureles, que malos elementos de esa misma Institución, se empeñan en opacar.
Verdadera dimensión
Pero es necesario, sin desmerecer lo conseguido, situar esta captura en su verdadera dimensión. El delincuente (a) "Artemio" no es Abimael Guzmán (a) "Camarada Gonzalo", ni Humala (en referencia exclusiva a esta captura) es Fujimori.
La caída de Guzmán y la estratégica conformación y apoyo de las Rondas Campesinas, le dieron la victoria al Estado sobre la subversión. Sendero Luminoso, llegó a ser, a mediados del 90, una seria amenaza contra la supervivencia del Estado. De esa amenaza estábamos hablando en ese lapso. "Artemio", folclórico narcotraficante, jamás fue (ni por asomo) una amenaza de esa índole. Sus actividades delictivas estaban circunscritas a un reducido espacio del Huallaga; confinado dentro del cual, supervivió gracias a los cupos que le cobraba a los narcotraficantes a cambio de "brindarles seguridad", contra la policía.
Monserga izquierdista
Para atraer incautos disfrazó sus actividades al margen de la ley, con un ropaje ideológico en el que nunca creyó. Logrando conseguir otros incautos (tontos útiles) que nos vendieron la idea que eran narcoterroristas. Que aún abrigaban ideales aunque fueran equivocados. En esta comparsa confusionista, participaron (como es lógico) aquellos marxistas embozados, que se avergüenzan de serlo, llamados "caviares". Pero como de la monserga izquierdista viven (porque nunca aprendieron a trabajar), quieren hacernos creer que la caída del Muro de Berlín no los destripó y que el pragmatismo chino, no borró del mapa político y económico de esa gran Nación, a Mao Tse Tung. China ya no "exporta" revoluciones, está concentrada en crecer y compartir el liderazgo económico con EE.UU. el año 2,020.
Ya no hay terroristas
Desde la década del 2000 ya no hay terroristas en el país. No nos engañemos. El terrorismo pretende obtener del Estado, mediante el temor, algún tipo de reivindicación en provecho de las mayorías pobres. Por lo menos eso es lo que se supone deberían hacer, para ser tales. ¿Alguien sabe qué quería "Artemio" viviendo escondido en el "Huallaga"? ¿Aparte de ser disidente de la línea claudicante de Abimael, qué más supimos que hubiera salido coherentemente de su cerebro?
Tampoco son terroristas los que están en el VRAE ¿o es que el marxismo – maoísmo – pensamiento Gonzalo puede coexistir ideológicamente con el narcotráfico?
Insistimos, son narcotraficantes. Tanto que el delincuente recién capturado será procesado como tal, aunque también crean algunos, que será fácil procesarlo por terrorista.
Los dos Ministros en disputa, han tenido que reconocer que la tarea que le queda al Estado, después de este exitoso episodio, es luchar contra el narcotráfico. Lucha que le corresponde a la Policía Nacional, aunque no en forma excluyente.
Cuando el Ministro Otárola fue entrevistado por el periodista Jaime de Althaus, refirió logros referidos exclusivamente a la lucha contra el narcotráfico, no contra el terrorismo como él mismo periodista se lo hizo notar,
Señor Presidente
El narcotráfico en el Huallaga necesita de sicarios que los protejan de la policía. Lo mismo sucede en el VRAE. Con o sin "Artemio", esos sicarios existirán. La captura de este delincuente no significa, en ninguna circunstancia, el fin del sicariato en la selva. Mientras que haya campesinos que elaboran droga, habrá quienes los "protejan" de las FFOO. En ese sentido encarcelar de por vida a este prontuariado no es lo mismo que imponer cadena perpetua a Guzmán.
Para la otra guerra, la que debemos librar contra el narcotráfico, se necesita conductores estratégicos (de los que lamentablemente carecemos) y una lucha eficaz contra la corrupción. Para lograr lo primero sugerimos abaratar el precio de la hoja de coca hasta hacerla inatractiva. La mejor forma es incautando por lo menos el 50% de los insumos químicos y no el 5% que por corrupción incautamos actualmente. Si la hoja de coca, no puede convertirse en droga ¿Quién la compraría y para qué? El consumo tradicional solo requiere el 6% del total del área cultivada.
Si logramos este objetivo, cualquier otro producto: cacao, café, achiote, yerba luisa, aceite de palma, será rentable. El agricultor siempre cultivará lo que le da más plata. Hoy siembra coca, porque le pagan más por ella los narcotraficantes. Aunque es menester aclarar, que la mayoría de ellos, tienen ahora sus propias pozas de maceración, con el objeto de ganar el 20% del "producto" en el mercado nacional. Insumos químicos y desarrollo alternativo deben ir de la mano.
Para terminar
Queremos expresar nuestro rechazo a la utilización política de esta captura. Dejémonos de mezquindades y reconozcamos que ella ha sido producto de una larga cadena de esfuerzos de la policía nacional. Sin embargo, la Sra.: Heredia afirmó que fue consecuencia de una promesa de su marido.
Que este conjunto de Reflexiones, sirva para poner en su verdadera dimensión, la captura de este delincuente. Lo que no significa, escatimar ningún elogio a los miembros de las FFOO que lograron culminar con éxito un proceso de larga data.
Ojalá que la sensatez que explica el valor de una hazaña, sea el antídoto contra la politización del tema. Nada logra enervar más un suceso, que el deprimente espectáculo, de ver luchando a las autoridades entre sí, para llevarse aunque sea un minuto de gloria.
"Artemio", folclórico narcotraficante, jamás fue (ni por asomo), una amenaza de esa índole. Sus actividades delictivas estaban circunscritas a un reducido espacio del Huallaga; confinado dentro del cual, supervivió gracias a los cupos que le cobraba a los narcotraficantes a cambio de "brindarles seguridad", contra la policía.