Es cada vez más evidente la atomización política del país. Por defectos contenidos en diversas leyes (especialmente la de los partidos políticos) no hemos podido superar este grave defecto. Cuando la corriente mundial va hacia la consolidación de un pequeño grupo de partidos políticos, siendo el bipartidismo su máxima expresión, en el Perú estamos recorriendo el camino inverso.
En esta campaña electoral participarán alrededor de veinte candidatos, unos más conocidos que otros, los que por su elevado numero han originado los siguientes problemas:
PRIMERO:
Es materialmente imposible que puedan concebirse veinte planes de gobierno diferentes. La realidad nacional es una y no existen mayores diferencias conceptuales o ideologías para solucionar los problemas que la aquejan. Prueba de ello es que las propuestas (que deberían ser Políticas de Gobierno) no tienen mayores diferencias. Siendo esta una realidad indiscutible, la pregunta es ¿para qué queremos veinte candidatos diciendo todos casi lo mismo? ¿Cómo hará el elector para diferenciarlos y optar por uno de ellos?
SEGUNDO:
Muchos de estos Partidos no pasarán la valla electoral. Pero este proceso de depuración política, le habrá costado al país recursos económicos que pudieron ser menores con solo un reducido número de ellos.
TERCERO:
Se está desgastando la legitimidad por cuanto los que pasen a la segunda vuelta, no contarán mas del 35% de votos, creando el caldo de cultivo para futuros enconos, más si como observamos, quienes encabezan las encuestas, adolecen de liderazgo, experiencia, y de un bien meditado Plan de Gobierno. Lamentablemente, esta grave situación atenta contra la gobernabilidad, la misma que necesita consenso.
CUARTO:
Los caudillos cuyas ambiciones de poder no tienen limites, están originando una balcanización del voto, cuando de lo que se trata, ante un país dividido, con enconos y políticamente fracturado por obra de Ollanta Humala, es de contribuir con un gesto de unión nacional. El arribismo debe ser condenado y las ansias del poder mismo, limitado.
Todo lo anteriormente expuesto nos remite a reflexionar respecto al origen de esta atomización. Y ese no es otro que en el Perú no hay partidos políticos excepto dos: el partido popular Cristiano y el Partido Aprista Peruano. Y la razón es imple: ambos tienen ideología. El primero es social cristiano y el segundo social demócrata.
Estasiología
Maurice Duverger, el padre de la Estasiología (rama de la sociología que estudia los Partidos Políticos) decía que una organización política, para ser Partido, requiere necesariamente tener una ideología, pues esta actúa como una argamasa que une a sus militantes. Y en el mundo no hay veinte ideologías como para poder sustentar los veinte Partidos que pretender gobernar el país.
Pero esto no les importa a estos aventureros. Cada uno sueña con su "Partido" propio, sabiendo que se extinguirán tan pronto pierdan su inscripción o tan pronto pierda la vida su caudillo. ¿Qué ideología tienen Peruanos por el Kambio, Fuerza Popular, Alianza por el Progreso, Perú Posible, Restauración Nacional y tantos otros inventos folclóricos de sus dueños? Ninguna. Solo se han inscrito (por defecto de la ley que los congresistas no quieren reformar) para disputarse un mendrugo de poder.
La democracia es un sistema que no se concibe sin partidos políticos. Y se perfecciona y consolida a través de la madurez de ellos. Proceso que pasa por recorrer etapas, superarlas y encontrar consensos. Las alianzas electorales son un procedimiento.
Una alianza electoral tiene algunas características que es necesario resaltar pedagógicamente:
PRIMERO:
Tiene una finalidad esencialmente electoral, razón por la cual, su formación y registro se vinculan a un acto electoral. Persigue (generalmente) maximizar las posibilidades de éxito de los Partidos que la integran.
SEGUNDO:
Es de carácter temporal lo que quiere decir que después de la contienda electora, cada uno de los partidos integrantes de la alianza, sigue manteniendo su propia identidad.
Las alianzas son absolutamente legales y legítimas, tanta que las leyes electorales de muchos países las alientan para disminuir la atomización del voto. Grandes alianzas han consolidado las democracias de países como Chile, México, Argentina, Guatemala, Republica Dominicana y Costa Rica, por citar algunos ejemplos.
Para el presente proceso electoral, se han conformado varias alianzas, pero dado que ellas (desde la perspectiva de la Estasiología) deben conformarse con partidos políticos (aquellos que tienen ideología) realmente solo existe una: la Alianza Popular, compuesta por el Partido Popular Cristiano y el Partido Aprista Peruano, los demás son "matrimonios de conveniencia" entre parejas que carecen de carnet de identidad.
Esta alianza, que muy bien podría denominarse la "Gran Alianza" es ponderable por la madurez de sus actores, independientemente a quienes sean.
Mucho se ha criticado que dos adversarios electorales de antaño hayan podido llegar a este acuerdo trascendente. Sin embargo, se pasa por alto lo siguiente:
PRIMERO:
La tendencia mundial es fortalecer el sistema democrático, determinación que pasa por disminuir el número de partidos políticos para evitar la atomización del voto. Mas en un país que ha sido fracturado políticamente por la intransigencia del presidente Ollanta Humala de no querer convivir en armonía con la oposición.
SEGUNDO:
Este tipo de alianzas entre partidos antaño rivales se ha dado en Chile, Venezuela, la misma España, Guatemala, Costa Rica y Republica Dominicana, en tal sentido no es de extrañar lo que ha sucedido en el país. Incluso sin estos antecedentes se requiere unidad y experiencia para gobernar.
TERCERO:
Julio Caro Baroja decía respecto al socialcristianismo: "es una propuesta en movimiento, en términos cristianos", una opción peregrina en constante inquietud, en constante alianza con los tiempos y tiene en la política dos grandes vocaciones: la democracia y la economía social de mercado (creación de la sociedad del monte Pellegrini por auspicio de Konrad Adenauer) incorporada en nuestra constitución. Por otro lado, en 1959 en el congreso de Bad Godesberg, los socialdemócratas se propusieron crear un nuevo orden económico y social, conforme los valores de libertad, justicia y solidaridad, no considerando incompatible la economía social de mercado y la propiedad privada. Con estos antecedentes confluyentes, que de extraño tiene esta paradigmática alianza.
Invalorable experiencia
Pero, los líderes de ambos Partidos han dado un paso más, han suscrito un acuerdo para gobernar juntos el país, de ganar las elecciones. La invalorable experiencia de ambos, para gobernar una Nación que pide a gritos unión. Todo lo que ha desmejorado Ollanta Humala, requiere mucho tino, mucho conocimiento para superarlo ¿Alguien de los candidatos que se presenta, tiene mayores capacidades que la sumatoria de experiencia de estos dos líderes?
No podemos darnos el lujo de saltar de un impreparado a otro. El país está en una circunstancia difícil. Ya perdimos lamentablemente cinco años. No perdamos los siguientes cinco.
Esa es mi opinión.