Los Presidentes Alejandro Toledo, Alan García, Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski y Martín Vizcarra, dijeron expresamente y con énfasis, que el Estado peruano se encuentra en "guerra" en el VRAEM. Pero resulta que solo se acordaron de este enfrentamiento cada vez que el enemigo, produjo bajas lamentables de las fuerzas del orden producto de emboscadas u hostigamientos.
Producidos estos lamentables acontecimientos (que sucedieron en todos los gobiernos) los Presidentes mencionados "condenaron" estos ataques y prometieron capturar a los culpables (hecho que nunca sucedió) y por otro lado, se comprometieron a "reajustar las estrategias" que vienen conduciendo las Fuerzas que operan en esa zona. Lo que tampoco sucedió. Porque se siguió insistiendo en lo mismo, con los mismos desastrosos resultados.
Logística impresionante
Lo cierto es que desde el 2002 se han ido incrementando esas Fuerzas, contra el mismo enemigo. Hay aproximadamente seis mil efectivos del Ejército y la Policía Nacional. Estos efectivos tienen una logística impresionante: armas de última generación con visores nocturnos, municiones a discreción, alimentación adecuada, Hospitales de Campaña, equipo individual, imágenes de satélite y un presupuesto cada vez más abultado. De todo lo cual carece el "enemigo".
Estas Fuerzas están cómodamente instaladas en Bases Contrasubversivas que han proliferado en la zona hasta llegar a más de cincuenta, además de Comisarías de la Policía, que también se han incrementado en forma desproporcionada. Los resultados son más que lamentables
A: Sí el enemigo es el narcotráfico. El Estado peruano ha fracasado estrepitosamente. El 2002, el VRAEM producía el 10% del total de cocaína que se generaba en el país. En la actualidad produce el 50% del total, es decir, 180 toneladas de las 320 que se producen a nivel nacional. Y lo peor es que de esas 180 toneladas, la Policía (por corrupción e ineficacia) solo incauta ocho toneladas (fuente: DEVIDA) de los miles de kilos y litros de insumos (precursores) para elaborar dicha droga, llegan a la zona el 90%, a pesar que existen numerosos controles sobre las dos únicas vías que existen para llegar al VRAEM. Esta es la realidad del desastre.
Fracaso total, con tendencia a irse empeorando. Lo peor es que esa droga sale para el consumo nacional y ser exportada con total impunidad ¿La Inteligencia no puede detectar las pistas clandestinas? ¿No sabe las rutas que utilizan los vehículos y los "mochileros"? Por favor.
B: Si el enemigo son "remanentes de Sendero", como algunos despistados dicen, el Estado peruano ha vuelto a fracasar. Un General presidente del Comando Conjunto dijo que estos sumaban "aproximadamente doscientos", al mando de los Quispe Palomino. Pues bien, estos doscientos siguen siendo los mismos. Esta fuerza "senderista" no ha disminuido. JAMÁS se les ha emboscado, y tienen en Vizcatán un territorio "liberado", sobre el cual el Estado no ejerce soberanía. Salvo algunas escasas capturas, los Quispe Palomino siguen vivitos, coleando, amenazando, destruyendo, emboscando y matando a discreción. Fracaso total con tendencia a irse incrementando con el adoctrinamiento impune de "pioneritos".
ESTA ES LA REALIDAD. Aunque se trate de disimularla, ocultarla o minimizarla. ¿Hasta cuándo? Ya llevamos casi quince años de guerra. La guerra más prolongada que el Estado ha sostenido a través de su historia, con el agravante que nadie sabe cuánto más durará.
Ante estos hechos lamentables y vergonzosos, vamos a sugerir algunas acciones, cumpliendo nuestro papel propositivo.
PRIMERO.-
La guerra la libran los Estados, no solo las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. Para lo cual deben involucrase todos los sectores, bajo una misma dirección La misma que debe confeccionar un Plan Estratégico para aplicarse en la zona.
SEGUNDO.-
Existen dos Fuerzas conduciendo operaciones. Militares y Policías. Ambas con atribuciones legales distintas, misiones distintas, equipamiento distinto, estrategias y tácticas distintas y luchando contra enemigos distintos. Esto es una aberración. No hay Unidad de Comando, principio fundamental de toda guerra. Tan cierto es esto, que cada una realiza operaciones descoordinadas, con autorizaciones separadas, y lo peor, sin compartir (como se debe) la Inteligencia que obtienen. ¿Así se piensa ganar esta guerra? Urgente: Unidad de Comando.
TERCERO.-
Todos los estrategas del planeta (uno de los más notables: Sun Tzu) dicen que antes de comenzar una guerra, lo primero que debe definirse es el enemigo. Contra quién se va a luchar. Esto es elementalmente lógico. Unos dicen que son narcotraficantes, otros que son "senderistas" y hay quienes dicen que son "narcoterroristas". La prensa irreflexiva y desinformada dice lo mismo.
No hay que ser profesional de la guerra, para darse cuenta, que son enemigos diferentes. Y si lo son, necesitan emplearse estrategias y tácticas distintas. Por culpa de esta indefinición, las Fuerzas están desorientadas, desubicadas, inadecuadamente equipadas y deficientemente empleadas. Para nosotros son narcotraficantes. Véase el Código Penal. Por favor, que el Gobierno lo defina a través de la directiva de Gobierno.
CUARTO.-
Toda guerra librada en este planeta, persigue alcanzar un fin político. Conseguirlo o no conseguirlo, decide el éxito o la derrota. Este es el ABC de la Polemología. ¿Sabrá el Presidente Martín Vizcarra para qué estamos librando esta guerra? Esto es decisivo. Tanto como definir el enemigo. Lo que queda de Sendero, no es una amenaza contra la supervivencia del Estado, como lo fue en la década del noventa.
Están derrotados. Y sin ninguna posibilidad de ser nuevamente una amenaza. Restituir la paz social no puede ser entonces la finalidad. Acabar con el narcotráfico en la zona, no solo es una utopía, sino una majadería. Mientras haya demanda, habrá quienes la producen. Y si no es en el VRAEM, será en otro sitio, como sucedió en el Huallaga. Efecto "Globo" se dice a este cambio de escenario. Urge que el Estado defina la finalidad. Sin ella, estamos dando golpes de ciego.
QUINTO.-
Solo los apaches no tuvieron noción de lo que es la iniciativa. Ninguna guerra en el planeta la han ganado los Estados que han perdido o no han podido obtenerla. En el VRAEM, el "enemigo" la tiene. Ataca, embosca, y hostiga cuando quiere.
Asesina cuando decide y se desplaza libremente por donde quiere. El factor sorpresa lo tienen en sus manos. Las fuerzas del orden están atrincheradas en sus Bases o Comisarías. Sin salir. Haciendo una "pasantía en la zona de emergencia" para ganar más, lucrar más mediante la corrupción y ganar puntos para los ascensos. La iniciativa es hija de la movilidad y la sorpresa ¿La tenemos? No. Las tiene el enemigo. ¿Qué hacer? Recuperar primero la movilidad. Tendrán que haber bajas, lamentable. Pero son los costos de toda guerra. Basta de seguir construyendo Bases Contrasubversivas. El mismo nombre es totalmente equivocado. No hay subversión en la zona.
SEXTO.-
Se dice como excusa, que el enemigo conoce la zona y las fuerzas del orden no. Esto es vergonzoso. ¿En quince años, todavía no conocen la zona? Tienen fotos y mapas satelitales. Y se supone, que ha habido un permanente esfuerzo de Inteligencia. ¿O se lo llevan los Oficiales a su casa después de estar en la zona? Ridículo.
Estas son las seis recomendaciones más importantes que queremos alcanzar con espíritu patriótico. Reiteramos: no debemos tener un Estado ausente. Las guerras las libran los Estados, no solo los militares. Y como la corrupción está presente, sugerimos que se revisen los signos exteriores de riqueza del personal que regresa de esa mal llamada "Zona de Emergencia" ¿Estamos en Emergencia o un Estado de Guerra? Esa es mi opinión.