PPK y su flamante Primera Ministra vienen clamando a los cuatro vientos la necesidad de una reconciliación, para lo cual están promoviendo el diálogo como medio para conseguirlo. Propósitos (que según ellos) permitirán superar la crisis política que se ha originado en el país, la misma que está lejos de solucionarse. Solo se han acallado por el momento los tambores de guerra. Un ominoso silencio hace presagiar peores tempestades.
La reconciliación supone que las partes en disputa fueron antes amigos o que estuvieron de acuerdo, y mediante este acto, pretenden volver a serlo o estarlo. Nadie que tenga un poco de memoria, recordará que esto sucedió, ni durante la campaña, ni después del 28 de Julio del 2016. Los PPKausas siempre estuvieron enfrentados con el Fujimorismo. Se han dicho mutuamente de todo y jamás estuvieron de acuerdo en nada. Resulta entonces totalmente inapropiado pedir reconciliación. Y haber pedido la bendición del Papa para tal fin, resulta ridículo y demuestra total debilidad.
Diálogo de sordos
Si oficialismo y oposición fujimorista nunca estuvieron de acuerdo y jamás fueron amigos, el diálogo entre ambos será un "diálogo de sordos", por cuanto ninguna de las partes ha dado muestras de superar la enemistad política que los ha mantenido separados desde el principio. Y el Fujimorismo solo está dispuesto a voltear la mitad de la página, en las que están escritas las atrocidades y corruptelas del régimen de Alberto Fujimori. Pretenden desaparecer de la memoria colectiva al mega delincuente Vladimiro Montesinos y la dupla que hizo con el reo de la DIROES.
No quieren que nadie les enrostre el talante genéticamente autoritario de su organización, ni el blindaje férreo que brindan a los impresentables de su bancada incursos en diversos delitos y trapacerías. Y tampoco están dispuestos a dejar de hacer campaña sobre un muerto viviente: PPK. Necesitan hacerle entender al pueblo peruano que se equivocó al elegir al bailarín y se esforzarán por hacerlo fracasar. Sin vacarlo, nos quieren interiorizar el mensaje que Keiko Fujimori hubiera sido la mejor opción y quieren darnos una nueva oportunidad el 2021, para decidir por ella.
Resulta patético
Si nunca fueron amigos ni estuvieron de acuerdo en nada, ¿de qué reconciliación estamos hablando? ¿El Papa podrá hacer milagros como este? Dios no interviene en la decisión equivocada de los hombres. Porque nos ama nos dio la libertad de optar. ¿Qué valor útil puede tener un diálogo implorado por Mercedes Aráoz? Resulta patético que PPK y sus mediocres asesores no se hayan percatado de esto que es tan elemental. Bajar los decibeles de la disputa no es (ni de lejos) una solución al conflicto.
Se hace necesario empezar por el principio definiendo qué es una crisis política, allí se encontrarán los caminos para superarla. Para ello recurriremos a Max Weber quien la definió de la siguiente manera: "La crisis política es un proceso donde se altera o rompe el normal funcionamiento del sistema político y de las relaciones entre los actores políticos y sociales que lo componen, produciendo durante un determinado periodo de tiempo, incertidumbre e inestabilidad institucional, hasta producirse el reacomodo del sistema a las nuevas condiciones".
Crisis de legitimidad
Una crisis política es básicamente -según Weber- una crisis de legitimidad, siendo que la política es la institución de representatividad por excelencia de una sociedad, ella requiere la aprobación del pueblo, aquel componente del Estado que es el único capaz de concederla. Nace por las propias contradicciones y falta de liderazgo del Gobierno. De lo que podemos inferir lo siguiente:
PRIMERO: Una crisis política no se produce por animadversión de las personas, como sostuvo ingenuamente el expremier Fernando Zavala. Son las instituciones las que entran en conflicto.
SEGUNDO: Una crisis política conlleva inexorablemente a una crisis de legitimidad. Y en nuestro país esto es evidente. El Poder Ejecutivo ronda el 20% de aprobación ciudadana y el Poder Legislativo el 12%. Guarismos exiguos que la población les asigna a dos Poderes que han perdido representatividad y credibilidad.
TERCERO: Dados los índices de ilegitimidad, se evidencia que esta es una pugna sorda, inútil e irresponsable sólo entre cúpulas que dicen representar al pueblo; cuando lo que representan son solo sus intereses. ¿Algo bueno en provecho del país se está gestando en este conflicto? A las grandes mayorías no les importa las razones del enfrentamiento.
CUARTO: Esta crisis política entre cúpulas que no representan a nadie (porque tampoco le han consultado a los presuntos representados) terminará con el reacomodo del tablero de Poderes. No con el ingenuo deseo de Mercedes Aráoz de "dialogar" con las cabezas que se irrogan representatividad.
QUINTO: Todo tiene su origen en la falta de liderazgo de PPK. Hemos repetido hasta el cansancio, que no tiene capacidad para gobernar, y por lo tanto, está atentando contra la Gobernabilidad que es su responsabilidad.
SEXTO: La falta de manejo político y el desprecio por la política, no van a poder contribuir a superar la crisis política. Ambos contendores son inhábiles en este campo. Se nota menos en el Fujimorismo porque tienen una fuerza aplastante en el Congreso pero no en las calles. Sus decisiones son torpes y hepáticas. Vulnerabilidades que podrían ser muy bien aprovechadas por PPK. Pero este no se da cuenta, y los asesores que tiene no sirven para nada. ¿Hay algún estratega entre ellos?
Este es el diagnóstico de la crisis política que vive el país. Dado que siempre somos propositivos, deseamos plantear algunas opiniones para salir de ella y finalmente una recomendación para evitar que esta se repeta:
RECOMENDACIÓN 1:
Que PPK se abstenga de expresar sus deseos de "voltear la página". Que esta volteadera sea de incumbencia única y exclusiva del Fujimorismo. Es a ellos a quiénes conviene que el pueblo se olvide (si es que pueden hacerlo) de las corruptelas del régimen de Alberto Fujimori. Que nadie del Gobierno, ni del Congreso, repita tamaño despropósito.
RECOMENDACIÓN 2:
Que PPK, el gabinete y los Congresistas oficialistas, dejen de calentar sus escritorios y tengan un mayor contacto con la población. Que mediante este procedimiento se fortalezca la aprobación del Presidente. Utilizar mejor los recursos que se están dilapidando en campañas publicitarias, que han demostrado no servir para nada. Un PPK fortalecido, estará en mejores condiciones de enfrentar a sus antagonistas.
RECOMENDACIÓN 3:
Que PPK se desengañe. El Fujimorismo quiere su muerte política. Harán todo lo posible por demostrar que el pueblo se equivocó eligiéndolo. Y harán campaña sobre su cadáver. Se requiere entones: subir en las encuestas, definir claramente el rumbo, señalando los Objetivos de Gobierno, que los Ministros salgan de debajo del escritorio y visiten todo el país en forma permanente. Y por favor, designar otro Premier, con "agallas" políticas. Las maneras melifluas de Mercedes Aráoz no sirven para nada en una confrontación contra pirañas.
RECOMENDACIÓN 4:
Que PPK le exija a la oposición ser opción. Que le demande ideas, no solo críticas. Ese es el lado más vulnerable del Fujimorismo. No tienen ideas para gobernar y Keiko no está preparada para solucionar los problemas del país. Su pobre mensaje de inicio de campaña en EEUU la pinta de cuerpo entero. Fue un remedo de: "Honradez, tecnología y trabajo" de su padre.
RECOMENDACIÓN 5:
Que PPK y su bancada (buscando aliados en otras tiendas políticas) aliente de una vez por todas una nueva Ley de Partidos Políticos y una reforma profunda del sistema electoral. Haciendo hincapié en tres temas: democracia interna en los Partidos supervisada por la ONPE y el JNE, voto voluntario (para que no sean víctimas los menos cultivados del verbo encendido de los candidatos) y financiamiento de campaña. Keiko tendrá problemas para para sacar sus fondos personales y convertirlos en "polladas" millonarias. Golpe por golpe. Pero no con declaraciones ridículas e intrascendentes, sino con acciones.
RECOMENDACIÓN 6:
Que PPK, los Ministros y su bancada en el Congreso, hagan una cura de silencio. No contestar las bravatas ni las críticas destructivas de la organización fujimorista. Para pelear se necesitan dos. Dicen los japoneses que la espada más filosa es la indiferencia. Ha llegado la hora de desenvainarla. Escuchar solo las críticas del pueblo a través de sus autoridades regionales y locales. Y por cierto no desdeñar las encuestas. Ellas reflejan el sentir de la gente. Se gobierna con ellas, no para ellas, que es diferente.
RECOMENDACIÓN 7:
Que PPK, sus Ministros y parlamentarios dejen de manera definitiva el tema del indulto a Fujimori, en manos de la Junta Médica. Trasladar a ella, gran parte de la decisión. Olvidarse del indulto humanitario. Y si por razones médicas debe tomar una decisión al respecto, que sea exactamente por las mismas razones que se otorgan a otros reos con enfermedades terminales. Salvo que la intención sea ocasionarle un problema de liderazgo a Keiko Fujimori. Si esta es la osadía, otorgarle el indulto al reo de la DIROES, para que haga lo que le viene en gana, y atribuirle a Kenji Fujimori el mérito de conseguirlo. Aunque se abrirá otro frente: el antifujimorismo.
RECOMENDACIÓN FINAL: Algo no está funcionando dentro de la organización constitucional del Estado, al punto que puedan engendrarse estos irresponsables enfrentamientos. Es falso que nuestra Constitución garantice el equilibrio de poderes así como está redactada. Se hace necesaria una reforma de la organización constitucional democrática, pues como dice Pedro de Vega, esta opera como un "instrumento de adecuación entre la realidad jurídica y la realidad política", y no cabe ninguna duda que la realidad ha rebasado el corsé legalista en el que hasta hoy estaba constreñida.
Esa es mi opinión.